Que pacha subanales!!!!!

Como veis vamos a escribir el artículo en pareja, sí sí, como lo oís. Nuria se estrena en esto de escribir. Espero que no sea lo último. Pero antes...

Inés Puta-cacho-de-guarra, exijo que aceptes a mi holograma en esta nuestra gloriosa comunidad!!!. Así me gusta, que obedezcas.

Hemos decidido que vamos a expresar nuestras impresiones sobre el viaje en lugar de escribir lo que hemos estado haciendo. Esto último lo dejamos para los comentarios de las fotos, que supongo podréis ver en la galería.

Si nos pidiesen que describiésemos este viaje con una única palabra, sería, sin duda, ENCANTO. A pesar del tiempo muy variable (diluvios, insolaciones, cielos encapotados o completamente despejados), el viaje ha sido toda una experiencia.

A lo largo del viaje hemos encontrado gente muy simpática que nos ha ayudado muy amablemente: Comerciantes, oficinistas, transeúntes, ...Algo que nos ha llamado mucho la atención, aunque no por primera vez, es el silencio que impera vayas donde vayas. Eso sí, siempre que no haya un par de españoles que puedan dar la nota y lo echen a perder. Otro hecho que nos llamó la atención, y lo veréis en las fotos, es la cantidad de esculturas clásicas mitológicas que hay en todas partes, a destacar la de Neptuno. ¿Qué tendrán los alemanes con él? Nuria opina que les ponen los tridentes.

Hablemos de los tópicos...Todos ciertos, comesalchichas a todas horas (de hecho la salchicha típica muniquesa sólo se sirve hasta las 12 de la mañana), bebedores de cerveza compulsivos (hasta en los trenes beben en jarra), cuadriculados y, eso sí, cívicos y respetuosos (excepto cuando van en bici, que casi es más fácil que te atropelle una que un coche). Huelga hablar de la puntualidad y la magnífica repostería. Un tópico menos conocido es el de que Alemania tiene la industria del porno más extensa de Europa, y no hay más que ver la cantidad de sex-shops que había por todas partes. Se nota que este tema es muy natural por aquí. De hecho, estaban situados junto a grandes restaurantes, sin necesidad de estar escondidos. Nuria aún flipa, ya que en Bayreuth, que es donde nos alojábamos, y donde tenía lugar el Fetival Wagner, hasta los sex-shops tenían partituras en los escaparates para promocionar este festival.

En nuestra visita a Nürnberg pudimos constatar que el nazismo sigue siendo tabú. Todo sigue allí, pero no lo promocionan. No hay más que ver la tribuna en la que tenían lugar los famosos desfiles militares (fotos), que está en las afueras, pero que no aparece marcado explícitamente como tal en las guías. Para encontrarlo tuvimos que recurrir a un libro de historia de una librería cualquiera. Por el contrario, en Dachau (Munich), donde había un campo de concentración, sí que aparece promocionado, pero utilizándolo más como un aleccionamiento o recordatorio y a su vez minimizando a la persona de Hitler, como si fuese un hecho puntual. En una palabra: Vergüenza.

Para ser sinceros, lo que menos nos gustó fue Munich, lo que no significa que no nos gustase. Tal vez por su similitud con Madrid, bullicioso y atestado de gente, tal vez por el tiempo, que la hizo parecer apagada. Merece la pena alejarse de las grandes ciudades para dejarse envolver por el encanto de las pequeñas, como fueron en nuestro caso Bamberg y Dinkelsbühl. Es aquí donde se percibe la verdadera riqueza alemana, tanto cultural como económica, así como su belleza arquitectónica y paisajística. También se pueden ver en Baviera una gran cantidad de parques y jardines, sobre todo ingleses. Con esto, y sus curiosas papeleras con cuatro orificios para papel, cristal, envases y basura se ve que están muy concienciados con el medio ambiente.

En resumen, recomendamos con toda nuestra fuerza que viajeis a este magnífico país, donde os recibirán con los brazos abiertos, o por lo menos nosotros lo fuimos.

Se despiden de toda la comunidad subanalística Nuria y Luiso Intelectoanal