Ayer tocó ir de concierto. La comunidad de Madrid organizaba otra vez el festival Metrorock. El cartel de este año incluia dos de los mejores grupos de Hip-hop españoles: SFDK y Violadores del verso, una programación bastante curiosa teniendo en cuenta quien lo organiza.

Sin dudarlo mucho, quedé con un compañero de mi Universidad (con el que fui a otro festival en el Paraninfo) y me fui para allá cargado con un sandwich y una manzana. El sitio estaba bastante lejos, en la casa de Campo (estación de Lago). Cuando llegué, estaba acabando otro grupo llamado Lagarto amarillo, pero tampoco le hice mucho caso.

A la media hora empezó un conciertazo de SFDK, con una acustica cojonuda. El escenario tenía dos pantallas por donde retransmitian el concierto, así que podias ver a Zatu, acompañado por El puto loco, MC de H Mafia. Tocaron los grandes temas desde el primer disco hasta temas nuevos, o de colaboraciones de discos de otros grupos. Tuvo un momento gracioso, que se puso a cantar un tema de Nach, la gente se quedó un poco loca y dijo (con un acento sevillano caracteristico) «Perdoná, tíos, que estaba escuchando er disco de Nasho en el hotel y se me ha ío la olla». La traca final de “¿Donde está Wifly?”, el tema que más conoce la gente impuso el final de concierto. Un 10 para SFDK, que se dejó los huevos en el escenario.

El gran momento se acercaba. Violadores del verso, el mejor (para muchos) grupo del panorama español. La verdad es que fue el mejor concierto de mi vida, no faltó ningún tema. De hecho, en alguno de los temas cambiaron las bases originales y ponian una diferente para cada MC del grupo. Ese momento fue increible, porque las bases fueron de la Mala Rodriguez y de CPV (el primer grupo de hip hop español cuando ni siquiera se podia llamar así). Pero, sin duda, el mejor tema fue “Trae ese ron”, donde me inflé a cantar y me lo pasé teta. En definitiva, ver un concierto de Violadores no te deja indiferente, y seguramente salgas de allí con ganas de escuchar más. Lo digo por experiencia, jejeje.

El cabeza de cartel era Macaco, un grupo que mezcla bastantes estilos, pero que después del concierto anterior aburrió bastante. Hubo un momento que fue increible, y es cuando el Dj del grupo (integrante de Scratch Komando) hizo una demostracion de “turntablism” que dejó a todos boquiabiertos. Eso sí, aunque hay que reconocer que la puesta en escena de este grupo es muy buena, siempre hacen lo mismo y acabas hastiado.

En fin, gente, que hoy soy feliz por haber ido al mejor concierto de mi vida...