Subanalidades

Tonterías varias que haya que compartir con la comunidad subanal

Un día en el curro de: Luiso

24 de junio de 2008

Como ya tenía pensado el escribir sobre un día en el trabajo, aprovecho la idea de Milingo para iniciar la cadena. No es fácil plasmar un día de trabajo en mi vida, pues no es algo repetitivo o rutinario. Por ello, voy a relatar dos jornadas diferentes: una que me parece significativa y otra que me parece original.

Versiones 1: Día de laboratorio y análisis de datos

El día ha empezado bien, con sueño, pero bien. He sido capaz de levantarme a las 7.30, todo un logro para la tendencia de las últimas semanas (8.30 o 9). Así que para las 9.15 ya estaba en el curro. Por cierto, cuando he llegado allí había una patrulla de los municipales custodiando la zona donde una de las grúas tipo mudanza que están utilizando para cambiar las ventanas del instituto se había volcado, mandando al operario que estaba subido encima de cabeza al hospital. Al llegar lo de siempre, encendido del ordenador, gestión del correo, etcétera. Como hoy vamos a medir al laboratorio, hay que bajar a encender el láser para que se vaya calentando y encender los detectores para que se vayan enfriando (trabajan a -30ºC para reducir ruido térmico). A las 9.30 toca el cafetito y la tertulia de la gente del grupo, evento social que no me gusta perderme, y del cual disfruto mucho. Cómo no, hemos hablado sobre el accidente, entre otras cosas. Una de ellas ha sido sobre la labor de uno de los mensajeros de DHL, que vino ayer a buscar un láser, y cómo era tan granda la caja, el tío se negó y se piró tan pancho. Qué cabroncete!!! A la vuelta del café (9.55 aprox.) he vuelto a gestionar el correo de nuevo y he estado buscando unos artículos que me interesaban para mis investigaciones. Tras ello, a eso de las once menos cuarto, nos hemos bajado mi jefe y yo al laboratorio a hacer unas medidas sobre una guía. Esta parte es bastante aburrida, pues es muy repetitiva. La parte divertida es montar el experimento y modificarlo para buscar lo que se quiere, pero esto se hace una sola vez por experimento. Una vez que ya lo has optimizado todo, sólo hay que tomar medidas y analizarlas. En el laboratorio nos repartimos el trabajo. Como a mi jefe le encanta cacharrear, él se encarga de manipular, controladamente, las condiciones del experimento. Yo me dedico a manipular el software de adquisición de datos y a tomar apuntes en mi cuaderno de laboratorio (condiciones para cada medida, incidencias, etc…). La verdad es que es bastante coñazo esto. Pues eso, que hemos estado hasta la una y veinte (2 y ½ horas) tomando medidas, con un descansito de veinte minutos para un cafecito (mi jefe) y vaguear (yo). De hecho me he dedicado a representar en 3D una foto mía. Ha sido un desastre y parezco un monstruo, jejeje. Tras las medidas de la mañana, he estado un rato en internet hasta que he comido, a eso de las dos menos cuarto. Mientras como, y un rato después también, leo el periódico. Después de ello, me he puesto a escribir esto (ahora son las 14.35). Es mucho más tarde y lo retomo. A eso de las cuatro he vuelto al laboratorio a terminar de hacer las medidas. Ha sido rapidito, una hora sólo, pues ya por la mañana hemos hecho la mayoría del trabajo. Después de ello, he estado realizando simulaciones numéricas para intentar explicar ciertos comportamientos que hemos obtenido en los resultados de un estudio sistemático que estamos llevando a cabo desde hace más de dos meses. Por cierto, que fui yo quien planteó y diseñó este estudio, y cómo tal, soy el responsable, y me toca analizar e intentar comprender porqué sale lo que sale. Al fin y al cabo, formará parte de mi tesis. Afortunadamente la tarde se ha dado bien, en parte porque la simulación la tenía prácticamente hecha, con lo cual he podido comprobar que los resultados de la ésta son, a priori, coherentes con los resultados obtenidos experimentalmente. Esto me ha llevado unas dos horitas y media, y no he estado más porque tenía que volverme al barrio a resolver ciertos asuntos. Y esa ha sido mi jornada de hoy. En resumen, he estado en el instituto diez horas y pico. Como veis, ha sido una jornada muy completita y productiva, comparada con la que vais a leer en la versión 2 de mi jornada laboral.

Versiones 2: Día de celebración

El día de hoy ha sido especial, pues ha sido de despedida de la administrativa del departamento, que se jubiló la semana pasada. Hoy he sido capaz de levantarme a eso de las ocho, y como no tenía que preparar comida, pues como indico comíamos fuera, pues he podido salir a tiempo como para llegar a las 9.30 al curro. Pero no os creáis que he ido al despacho en directa. Hay dos motivos para ello: Uno, que en el día de ayer nos cambiaron las ventanas y está todo hecho un cisco; Dos, que las 9.30 es la hora del café de la mañana con la gente del grupo. A eso de las 10 volvemos al trabajo, y como no quería ir a mi despacho, me he metido en el de mi jefa y allí que he estado currando. Mi jefa aparecía allí de vez en cuando, pues estaba en el laboratorio. Tras comprobar el estado de mis cuentas de correo, buscar a ver si se ha resuelto alguna de las múltiples becas a las que opto, echar un vistazo a un repositorio de artículos, y chequear la vidilla de subanales.com, he decidido que era hora de currar un poco. Ah bueno!!! También he dedicado un rato a reorganizar los iconos de mi escritorio. Pues a currar se ha dicho. Total, una horita y media tratando datos experimentales y realizando ajustes a los mismo para ver si me gusta lo que salía. A las 12, ya con el culo plano de estar sentado, toca estirar las piernas. Tras acercarme a mi despacho para comprobar el estado de las obras y descubrir que es un total disaster, me voy a por un chocolatito caliente. Tranquilos que el descanso dura lo que tardo en subir a la planta de arriba, sacar el chocolate y volver al despacho. Sigo analizando datos y más datos (qué desastre, si no se expurgan bien los datos no queda nada bonito). Llegan las dos y empiezo a tener mucha hambre. Pero no desespero, pues a las 14.15 hemos quedado en la puerta del instituto para ir a comer fuera, para despedir a Manuela, la diplomada ayudante de investigación que desde hace unos años sólo lleva los papeles del grupo. Nada, a las 14.30 ya estamos en el restaurante. Risas y más risas, comida y más comida, y café tras café. Comida en grupo, 35€, pasar dos horas y media con gente agradable y divertida no tiene precio. Lo dicho, a eso de las cinco y pico salimos. Y una comida no es comida si no le acompañan unos cocolocos. Así que ahí vamos. Como no es plan de emborracharse, me conformo con un mojito. Las seis y cuarto. Ya va siendo hora de volver, ¿no? Se llega al instituto a las seis y media. Voy a recoger para irme a la piscina, pero sin embargo prefiero quedarme y escribir este artículo. Son las siete y diez, y lo concluyo. Me voy a la piscina.

PS:

Diréis que no trabajé nada, y en este caso no es verdad del todo. Si hacéis la cuenta ese día trabajé cuatro horas, y mi contrato estipula que debo trabajar cinco. Así que sólo me fumé una. De todos modos, con las versiones 1 de jornada laboral compenso estas deficiencias.



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