Culturilla

Rincón cultural: textos, música y movidillas varias

Jornadas Mundiales de Juventud

23 de agosto de 2005

Con gran gozo comparto con vosotros, camaradas subanales, la alegria que tuve al contemplar en televisión las Jornadas Mundiales de la Juventud, encabezadas por su santidad Benedicto XVI, y la tremenda envidia que me daban todos los alli presentes, pues un humilde trabajador como yo no pudo hacer coincidir sus vacaciones con tan importante evento.

Cada encuentro, cada momento de congregación de jóvenes católicos, es para mí un gozo. Veo que no estoy solo, aunque el mundo me lo intente vender, veo que seguimos siendo muchos los fieles que seguimos a Dios nuestro Señor. Yo he vivido momentos similares, como en Santiago de Compostela, en el 99, o no hace mucho, en la plaza de colón, ante el fallecimiento de S.S. Juan Pablo II. Son momentos donde te das cuenta que en la vida hay cosas mucho más importantes que lo que nuestra sociedad nos intenta vender, ya sea el consumismo donde algunos caemos con frecuencia, ya sea la indiferencia o el relativismo donde otros también ceden. Hay algo más grande, pues como dijo San Agustín, Dios nos ha creado para él, y solo descansará nuestro corazón cuando de verdad lo encontremos. Es ésa inquietud lo que algunos denominan trascendencia, ese algo que te anima a buscar, a seguir descubriendote y descubriendo las maravillas de Dios, que tanto nos enseña. Y precisamente esos momentos, te hacen darte cuenta que tenemos una Misión, un camino que seguir.

De mis momentos de encuentro, recuerdo con especial agrado cuando gente que no habias visto en tu vida, se tomaba de tu mano o de tu brazo, cantando himnos, rezando, llorando, sufriendo, luchando, caminando....esos pequeños momentos que te hacen darte cuenta de dónde está la luz, la guía de nuestro camino. Es en esos momentos cuando más facilmente descubro que somos una tremenda comunidad, que nos unen detalles mucho más importantes y relevantes que la politica, equipo de futbol, empresa o demás detalles. Nos une el estar en camino, cada uno en su vida diária, con sus pocas virtudes y sus muchos defectos, pero una búsqueda diária, un ánimo único de búsqueda. Y es ese camino el que se junta en esos momentos tan especiales, para recordarnos que aunque muchas veces no nos veamos, somos muchos los que seguimos caminando, los que intentamos cada dia acercarnos más a Dios (aunque en muchos casos, demos pasos hacia atrás).

Una vez hoy que la felicidad no es una meta en la vida, sino una forma de vivir. Así es nuestra fé, es la manera de buscar a Dios, y encontrar su luz en pequeños detalles, en pequeñas personas...



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